Checacupe fue tierra de las etnias checa, cupi, cangalla, mas
tarde, en la epoca colonial llegaron los parientes de Vicente de Valverde,
(Francisco de Valverde y Maldonado) uno de los primeros encomenderos de ésta
tierra (cfr. RAYME QUISPE, Wualter "De la Encomienda en Punas a la
Congregacion en Policia, Doctirna de Checacupe, siglos XVI Y XVII"
Cusco-2005)
Verdadera joya, reliquia del catolicismo. Cuenta con un altar
mayor del estilo renacentista que llama la admiración de cuantos la
visitan.
Según Cieza de
León, es llamada la “Sixtina de América” por su arquitectura colonial y
mestiza, siendo este lugar de residencia del virrey Toledo y de otras
personalidades eclesiásticas y políticas del coloniaje español.
Su construcción
data del siglo XVI, hasta principios del siglo XVIII.
El comulgatorio es caso único. Contiene a los doce Apóstoles tallados, carnados, policromados y dorados dentro de arcos separados entre sí por amorcillos. Es una verdadera joya, obra de excepción. El púlpito es de color nogal con cinco paneles que sostienen a la Inmaculada y a cuatro Doctores de la Iglesia, rematándose la cátedra en su parte baja confluyentes en un florón; el tímpano es un Apóstol no identificado, acaso el Evangelista, con un libro en la mano izquierda yl a pluma en la diestra; el tornavoz de siete cresterías tiene lintena y a San Pablo en la cimera. Hay dos altares renacentistas -uno de la Virgen coronada y al frente, en el muro epístolas, otro de la Virgen del Carmelo- ambos inmediatos al presbiterio. En lo alto de ambos muros está la Vida de Jesús, de no excelente pincel más sí en soberbios marcos dorados, y debajo de esta serie otra de la Vida del Alma o del Amor Divino. En el sotacoro hay expresivas pinturas murales de rayana antigüedad que se refieren a San Sebastián asaeteado, San Antonio Abad, san Pablo Ermitaño, Santiago Matamoros y San Lorenzo mártir.
El baptisterio con fuente de piedra blanca de amorcillos en el cuello, guarda el tabernáculo del primer altar mayor renacentista, obra de bello trabajo, y un mural sobre el Bautismo de Jesús en el Jordán, cargado en tarzos oscuros, en lo alto de la habitación. Volviendo al templo tuvo decoración en sus muros que simula colgaduras, variando el motivo en el intradós del arco de la portada lateral, donde predominan las líneas curvas y los colores vivos. Sobre el presbiterio son también muy bellos los faldones y el harneruelo.
En el coro alto, en friso de murales, aparecen las santas
Victoria, Inés y Cecilia, más una cuarta desconocida o difícil de identificar.
Hay también en este coro varios lienzos menores e imágenes de vestir. En el
muro del Evangelio finalmente, hay restos de un muro incaico y de una hornacina
grande con la imagen pintada de San Cristobal, apareciendo en los vanos, asi
mismo a pincel, la Virgen y San Juan Evangelista. La iglesia de Checacupe es de
una sola nave y torre muy gruesa con chapitel tejado.
2.5. EL TEMPLO MATRIZ DE CHECACUPE,
SU CONTENIDO ARTÍSTICO Y LINGÜÍSTICO
El templo matriz de la Parroquia de
Checacupe2 fue erigido sobre cimientos de una Wak’a o santuario ínka
por disposición de Don Francisco Pizarro en honor de la Virgen Inmaculada
Concepción de quien era devoto; por tal motivo, adquirió el título de la
“Parroquia Inmaculada Concepción de Checacupe”, que lo mantiene hasta el
presente.
Este bello templo guarda un valioso
artesonado religioso colonial del inicio de la Escuela Cusqueña en cuya
pinacoteca se ofrecen discursos alegóricos y sacramentales como testimonio de
la lingüística del período de la transición cultural andino hispano, que marcó
la historia de Checacupe.
El templo guarda aún valiosos
restos de la antigua Wak’a, entre ellos las bases de sillar blanco del muro
subsistente hacia la plaza y laterales de la puerta principal, también unas
reliquias sagradas como la hermosa fuente de agua con unas figuras de
serpientes labradas en alto relieve por los inkas, hoy utilizada como fuente de
agua bendita, otra fuente simple y varios morteros y moledores, todos hechos en
piedra de ópalo negro, este templo fue un centro de intensa evangelización y
catolicismo.
En la pinacoteca del templo de
Checacupe, en varios de los íconos en cuyas partes bajas se hallan alegorías
escritas de diálogos en español que corresponden al período de la formación o
la transición del latín al romance español, con abundancia de mozarabismos.
De otro lado las formas de graficar
el español de entonces traído y usado por los primeros españoles radicados en
Checacupe, así como los mudéjares y mozarabismos en sus decoraciones marcan el
estado sincrónico del lenguaje escrito de ese entonces.
Una muestra muy valiosa desde el
punto de vista lingüístico es el plurilingüísmo en Checacupe del período de su
reducción, su transición al virreynato y de este al coloniaje, que está
enmarcado en una inscripción en el frontispicio del baptisterio del templo,
alusivo ritual trilingüe del bautismo, que está escrito en las siguientes
lenguas: latín, quechua y aymara, y lo transcribimos de esta forma:
Introito en quechua: Callpa simi
Diospa bautismunpac churascanri caymi – Amen Jesús En latín: “Ego te bautizo in
nomine Patris et Fili et Spiritus Sancti”
En quechua: Quichua simipi chai
cusca callpayocllatacmi “Nocam canta Bautizaiqui Yayap Churip Spiritu Sanctop
sutimpi”
En aymara: Aymara simipi cai cusca callpayocllatac
Amen Jesús: “Nahuma bautizasma Tata Nayo Canpsa Spirito Santon pasasutipan Amen
Jesús”
Este epitafio trilingüe revela
varios aspectos de la vida real de Checacupe de entonces.
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2.
Bernabé Cardeña
Cueva, “ESTUDIO DE TOPÓNIMOS DEL DISTRITO DE CHECACUPE (CANCHIS – CUSCO)” TESIS
Para optar el Grado Académico de Doctor en Lingüística, (Pàginas 88 - 89), 2015